Alejandro es muy amable pero no solo de amabilidad se hacen los negocios, al final proyectaba su desesperación a través de quejas sobre el vendedor, durante el proceso no se previeron muchas cosas que afectaron el tiempo del proceso, se cambió de notaría, pasaron muchas cosas.
No fué Alejandro, creo que es todo el sistema lo que está mal. Se resolvieron cosas cuando ya estaba un contrato firmado y llegó a sugerir que ya venta ya no sería posible.
Lamentablemente no se compran propiedades cada semana, cuando reúna un nuevo capital para invertir procuraré no sea con su empresa.